1. El consumidor deja rastros digitales
La cantidad de datos que las personas dejan en el universo digital ha alcanzado volúmenes inéditos. Estos volúmenes se han visto incrementados por los precios de los smartphones, cada vez más económicos, y los paquetes de datos para el uso de Internet.
Búsquedas en Google, actualización de redes sociales, compras en e-commerce, interacciones con chatbots, son algunos ejemplos de fuentes disponibles para conocer mejor a grupos específicos de consumidores. Los datos sobre los hábitos de los consumidores dejan rastro y esos datos se actualizan instantáneamente.
2. Conocer al nuevo consumidor exige un nuevo flujo
El abordaje que domina para desarrollar estudios de mercado continúa enraizado en conceptos de 1935, el año en que George Gallup fundó el instituto con el mismo nombre y fue responsable de la divulgación de búsquedas de opinión pública para prever los resultados de elecciones electorales o entender las percepciones de los consumidores sobre un producto.
Generalmente estos estudios son puntuales y muchas veces únicos, para un consumidor que cambia de comportamiento cada vez más rápido. Por este motivo, se debe crear un nuevo flujo de evaluación de los hábitos del consumidor y abandonar la estructura antigua, en la que la recogida de este tipo de datos es complicada.
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3. Los datos digitales son representativos de la población
Cuando hablamos de rastros digitales, hablamos de un universo más que representativo de la población. Si nos fijamos solamente en Facebook, según Audience Insights, herramienta que fornece la propia red social, son millones los consumidores activos todos los meses intercambiando información.
4. Entregas más cortas durante todo el año pueden ayudar a entender los cambios en los hábitos de los consumidores
La inteligencia de mercado en la época del consumidor digital, debe centrarse en entregas de análisis más cortos y en temas y subtemas transversales a la marca durante todo el año (por ejemplo, para una marca de champú, es importante que también conozca lo que está ocurriendo con los consumidores que tienen el pelo canoso).
Entregas cortas van a reflejar más fácilmente los cambios en los hábitos de los consumidores. Además, ayudan en la identificación de temas fuera del radar (hidden gems) a partir de entregas sobre el tema anterior (por ejemplo, saber cuáles son las posibles reacciones alérgicas al tinte para el pelo).
5. Reúnete con tu proveedor de inteligencia más veces
Entregas más rápidas exigen reuniones más frecuentes con el proveedor de inteligencia. En estas reuniones se presentan los problemas e hipótesis que surgieron durante los primeros datos digitales. Las hipótesis son rechazadas o confirmadas y se plantean nuevas hipótesis o desafíos.
En las reuniones mensuales, el proveedor de inteligencia y el cliente deben llegar a un consenso sobre aquello que van a trabajar como prioridad de investigación en la próxima reunión, que tendrá lugar pasado un mes. Al siguiente mes aquellos datos, ya estudiados en profundidad, se presentan y, entre cliente y proveedor, se discutirán nuevos problemas, hipótesis y planteamientos.